Este jueves, día 2 de noviembre, la Iglesia conmemora a los fieles difuntos, a todos los que nos han precedido en este mundo.
Jesús nos dice en su Evangelio que de las semillas que plantemos en la primavera de nuestra vida, brotarán los frutos para el día de mañana. Si sembramos el bien Dios estará de nuestra parte a la hora de juzgarnos. Y aunque las cosas no hayan ido tan bien, nos perdonará…
Para los que creemos en Jesús, la muerte sólo tiene sentido si la miramos a la luz de la mañana de Resurrección, cuando empiecen a florecer las semillas que hemos depositado en la tierra y a retoñar las ramas del árbol caído.