Hoy glorificamos a Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo; Dios trino y uno, que le da sentido a nuestra existencia. Precisamente cuando termina la Pascua, ese Dios trino, con un evidente protagonismo diferenciado, nos ha querido comunicar con mayor densidad su vida divina.
En la Solemnidad de la Santísima Trinidad, las lecturas nos presentan un retrato vivo del Dios Trino a partir de sus actuaciones, tal como se nos describen en la Biblia.
Este año, ciclo C, sus rasgos característicos son la creación inicial del cosmos, la gracia que nos ha comunicado en Cristo y en el Espíritu, y la admirable comunión que existe entre las divinas Personas.