Jesús nos pide que nos amemos como Él nos ama. Es el testamento y última consigna a sus discípulos. El Amor es la esencia de Dios y el cimiento y quicio de nuestra fe. La ausencia de amor ha traído violencias, guerras, inseguridad… Y el mundo continúa por esa senda de desamor que tanto daño nos está haciendo. Escuchemos, hoy más que nunca, a Jesús que nos pide que instalemos nuestra existencia en el Amor: un amor que se hace servicio y que se concreta en las obras de misericordia con el prójimo.
Feliz Domingo, Día del Señor
Francisco Granados Lara
– Párroco –