Caminamos a veces por la oscuridad del mundo como ciegos que ven… pero no con los ojos de Dios. A veces nuestra mirada es muy enjuiciadora o superficial, o sólo vemos lo que nos interesa o place. No vemos a veces a los hermanos con mirada de misericordia y compasión… ¡Cuánto necesitamos que Jesús nos toque los ojos del corazón y cure nuestra ceguera!… ¡Señor, que vea!
Feliz día del Señor
Francisco Granados Lara
Párroco