Las lecturas de hoy nos sitúan en el corazón de la espiritualidad bíblica. El evangelio y la primera lectura exhortan a vivir desde lo esencial, que se resume en un amor indiviso a Dios y al prójimo.
Jesús, el sumo sacerdote de la nueva alianza, del que nos habla la carta a los hebreos, es quien llevará este mandamiento a su plenitud. El estribillo del salmo ofrece la respuesta del creyente a esa exhortación de Dios.