Las lecturas de este domingo nos confirman que Dios sigue siendo el cercano, y su proyecto salvador continúa, y su poder curativo sigue manifestándose, aunque también nos invitan a que colaboremos nosotros con nuestro esfuerzo para vencer al mal en todos los órdenes.
El Señor nos habla a cada uno de nosotros y viene a ofrecernos una palabra gozosa, liberadora y llena de esperanza.