Este Domingo (15 del tiempo ordinario), al que podemos llamarle perfectamente «Domingo del Buen Samaritano», porque la llamada de Dios es a hacer vida su palabra, un mandato cuya práctica está al alcance de todos, por lo que nadie tiene excusa alguna.
El libro del Deuteronomio presenta la práctica de la ley del Señor como algo asequible y positivo para el ser humano. El evangelio de Lucas lo aclara al afirmar que en ella se indica el camino que conduce a la vida eterna, y consiste en amar a Dios y al prójimo. Y lo ilustra con el ejemplo de vida del buen samaritano.
Que tengamos siempre un corazón dispuesto a practicar la misericordia.