Después de habernos acercado a Jesús, Pan de Vida, el domingo pasado, ahora la liturgia nos lleva a dejarlo todo para seguirle. Este domingo escucharemos en las lecturas todo lo que implica ese seguimiento.
Oírle y seguirle deseamos todos nosotros. Quizá tenga que hacernos alguna indicación sobre el camino
Tanto el profeta Elías como Jesús ponen condiciones a quienes desean seguirlos. Pero las exigencias del discipulado cristiano son mucho más radicales. La carta de San Pablo a los Gálatas nos ayuda a interpretar estas exigencias en clave de liberación personal y de mayor disponibilidad para seguir a Cristo. El salmo, por su parte, nos invita a descubrir que las renuncias que implica el seguimiento conforman una senda que conduce a la vida.