El protagonista de este domingo, como no podía ser de otra manera en Pascua, es Cristo Jesús, a quien las lecturas proclaman como la piedra angular, como el Salvador y como el Buen Pastor.
Es el día de las vocaciones sacerdotales, por lo que encomendamos a Dios a todos nuestros sacerdotes, para que sean esos pastores con olor a oveja, que estén cerca de su rebaño y les dé fuerza para desempeñar bien su ministerio.