El domingo IV de Adviento tiene ya el sabor de la Navidad. Por eso las lecturas de este domingo van situándonos en el escenario de los hechos, nos presentan a los personajes que los protagonizarán y nos ayudan a descubrir el sentido profundo de lo que vamos a celebrar muy pronto. Todos parecen estar preparados: Belén de Judá, María la creyente… y sobre todo Jesús, que entra en este mundo dispuesto a hacer la voluntad del Padre para que su salvación nos visite y se quede para siempre con nosotros.