La liturgia de este domingo nos invita a escuchar con gozo la Palabra de Dios, que nos muestra el camino de la salvación.
En las lecturas, Nehemías, el salmista y Lucas insisten en la lectura y la meditación de la Escritura. El pueblo restaurado tras el exilio inicia su nuevo caminar con la lectura del libro de la ley. Tanto Nehemías como Jesús insisten en el “hoy” como día consagrado a Dios, como tiempo de salvación, como ocasión para la alegría y la celebración. Formando un solo cuerpo con Cristo.