También hoy a nosotros el Señor Resucitado nos muestra, como a los apóstoles, sus llagas gloriosas y su corazón abierto, manantial inagotable de luz y verdad, de amor, de misericordia y de perdón. Seamos testigos del Resucitado siendo portadores de su misericordia infinita a los hombres.
FELIZ DOMINGO, DÍA DEL SEÑOR
DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA
Francisco Granados Lara
– Párroco –