En el tiempo de Cuaresma estamos llamados de modo especial a subir a la montaña de la oración: a retirarnos del ruido que nos absorbe cada día para escuchar la voz del Hijo amado de Dios, Jesucristo.
Sólo estando a solas con Él nuestra vida se transformará, se hará más luminosa y recibiremos la fuerza que viene de lo alto para bajar al camino de la vida llevando la cruz de cada día.
Feliz domingo, Día del Señor
Francisco Granados Lara
– Párroco –